El trigo fue uno de los primeros productos cultivados a partir de la revolución neolítica en el Próximo Oriente y pronto se convirtió en uno de los alimentos básicos del hombre en el viejo mundo. La obtención de la harina en esta época se lograba machacando el trigo con piedras planas. Se obtenía una papilla, que permitía elaborar panes duros y chatos con forma de galletas.
El trigo era originalmente silvestre. La evidencia nos muestra que creció primero en la Mesopotamia entre los valles de los ríos Tigris y Eufrates en el Medio Oriente casi hace 10.000 años. Pero fueron los egipcios quienes descubrieron la fermentación y fueron ellos los primeros en cocinar panes levados entre el 2.000 y 3.000 a.C.
Como el trigo es el único grano con el contenido suficiente de gluten para levar o hacer una barra de pan, éste llegó a ser rápidamente favorecido sobre otros granos cultivados en aquella época, tal como avena, el mijo, el arroz, y la cebada. En el año 150 a.C., los primeros gremios de panaderos se formaron en Roma. Las panaderías romanas produjeron una gran variedad de panes y fueron distribuidos gratuitamente a los pobres en tiempos de necesidad. El tipo de pan que comían estaba relacionado con la clase social a la que pertenecían: los campesinos y esclavos comían pan negro y los patricios comían panes más claros, elaborados con harinas más finas. En la Edad Media (1000 – 1500 d.C.) la rotación de cultivos permitía mejores cosechas. Se comenzaron a utilizar molinos hidráulicos y eólicos cerca de los cultivos. El pan se convirtió en alimento básico. La creciente urbanización de los siglos XI y XII llevó a la necesidad de aumentar la capacidad de producción del pan y al surgimiento de las panaderías. El tipo de pan consumido seguía respetando la distinción de clase social, los estamentos inferiores consumían pan negro y los superiores, pan blanco. En los años 1750 – 1850 d.C., la revolución industrial trajo nuevas tecnologías, hubo un proceso de migración masiva del campo a la ciudad y se necesitaron nuevos métodos de molienda y panificación. La utilización de piedras en la molienda fue reemplazada por acero. La harina de estos molinos era más fina y el pan era más liviano. Con la invención de la energía eléctrica surgen los motores eléctricos que sustituyen las aspas de los molinos. El siglo XX trajo consigo molinos automáticos que incrementaron la productividad. Se obtuvieron harinas más blancas debido a la incorporación del cernido (separar el salvado y las partículas de la harina). Actualmente los molinos tienen una capacidad productiva muy superior y las harinas tienen mayor calidad. Se hacen más alimentos con trigo que cualquier otro grano de cereal. El trigo contribuye entre 10-20% de la toma calórica diaria en la gente en sobre 60 países. Hay más de 1,000 variedades de pan en el mercado. Fuente: http://www.molinosararat.com.ar/spanish/historiadeltrigo.htm
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